Residente terminal

junio 13, 2011

Queridos todos

Esta es la última entrada de este blog. Mi contrato como residente ha finalizado. Eso significa que ahora estoy en búsqueda y captura de nuevas opciones laborales que permitan mi supervivencia.

Han sido cinco largos años de alegrías y penas pero que han dado sus frutos. Como especialista no me siento más responsable de mis actos que como residente. Una mala experiencia que tuve como residente fue acudir a los juzgados por una denuncia (fuimos varios entre ellos yo) que afortunadamente no prosperó porque no  hicimos nada malo.

Sin embargo la sensación que tengo es que ahora soy yo a quien van a preguntar sobre los problemas del paciente y no hay una instancia superior a la cual preguntar. Es una sensación de desolación pero que implica que yo sea consciente de que tengo que ser resolutivo.

La búsqueda de trabajo es también un dolor de cabeza. Para los MIR extranjeros es aún más complicado ya que en estos tiempos de crisis conseguir trabajo es más difícil. No he podido acceder a unas buenas ofertas por ser extranjero, lo cual es una pena. Sin embargo siempre hay una luz al final del túnel y se encuentra una oferta laboral. Lo demás ya depende de cada uno.

En fin. Quiero agradecer a todos mis compañeros y amigos, profesores, maestros y pacientes que han permitido mi formación. Lo mejor de ser residente es no perder la humanidad. Este creo que sería mi mejor consejo para todos los residentes. La medicina lamentablemente nos hace perder el horizonte del por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo: primum non noncere. Lo más importante es el paciente.

Muchas gracias a todos los lectores de este blog y gracias también a vuestros comentarios. Es edificante discutir de temas con gente que piensa de forma distinto y que vive lo que has vivido desde otra perspectiva.

Un abrazo para todos vosotros


La oración de mi hijo

May 22, 2011

De mi inolvidable etapa escolar, recuerdo con un gran aprecio las enseñanzas del Hermano Alberto. El Hermano Alberto, como le llamábamos (y se hacía llamar) era un español religioso y lasallano hasta la médula que llegó al Perú desde muy jóven a hacer lo que estaba llamado a hacer: a enseñar.

Recuerdo con claridad sus maravillosas reflexiones y anécdotas. Recuerdo que una vez me hizo salir delante de la clase y me dijo que pronuncie en voz alta la palabra «cojones». De ese día no olvidaré lo que nos dijo: «cojones es lo que le faltan a los hombres para comportarse como tales, porque mi padre fué quien me enseñó a rezar y tenía los cojones bien puestos».

Querido Hermano Alberto, he puesto en práctica tus enseñanzas. Hace 2 semanas que a mi hijo de 2 años y medio le hemos enseñado a rezar y antes de dormir nos demanda él mismo rezar a la Virgen, el Angel de la Guarda y el Padre Nuestro (que por cierto ya se los sabe de memoria).

Lo mejor que estamos haciendo por él es enseñarle a ser hombre en todos los sentidos. Ojalá el Señor me dé el tiempo de vida suficiente para seguir inculcándole a mi hijo el valor de la oración en su vida. Creedme que el verlo rezar me conmueve el corazón porque no es sólo repetir las palabras como una canción sino el respeto y la disposición que un bebé de 2 años y medio pone para rezar una sencilla oración que muchos de nosotros la repetimos de rutina o no la hacemos «por falta de tiempo».

Espero hijito que algún día leas estas palabras y no te desanimes en los momentos de adversidad sino que sigas rezando como lo estás haciendo. El Señor nunca te fallará.


Parto en el Clínico

marzo 24, 2011

Es de todos conocidos (y los que no lo saben pues ahora lo van a saber) que las obras del Hospital Clínico ha significado un cambio en la organización de algunas especialidades. Por ejemplo traumatologia, pediatria y ginecologia se han mudado a otros hospitales. Eso ha significado que los pacientes que pertenecen a dichas especialidades son llevados a otros hospitales. Sucede que hace muy poco, estando de guardia en Sala A y a escasos 2 meses de terminar mi residencia me trajeron los del SUMMA una gestante en expulsivo (o sea que el nacimiento del bebé era inminente). Lo único que hice fue cogerle al bebé su cabecita, desenredarle el cordón (que lo tenia en el cuello) y sacarle los hombritos.  El resto ya se ocuparon mis amigos los enfermeros y las enfermeras. El alumbramiento también fue sin complicaciones. Después de pasado el susto la trasladamos al Hospital Gregorio Marañón, donde están nuestros ginecólogos para que vieran a la madre y a la bebé (espero que no le hayan puesto mi nombre a la pobre: Cesarina¿?). Nunca se me hubiera ocurrido que después de casi 10 años sin atender un parto me etocara a mí atender un parto, dadas las circunstancias excepcionales que vivimos en el Clínico. Debo decir que no todo el mérito es mío. El equipo de enfermería se portó estupendamente y afortunadamente la madre era multípara, el parto fue eutócio y no hubo necesidad de hacerle episiotomía. No me quiero imaginar si se hubiera presentado un parto podálico o con sufrimiento fetal o con alguna distocia. También gracias al entrenamiento que tuve en mi país de atención de partos durante mi externado e internado pude afrontar la situación con calma. Esa poca experiencia que tuve es de un valor incalculable.

No dejaré de decirlo: los bebés nacen solos. Hago la aclaración: la mayoría de los bebés nacen solos. No quiero imaginarme en la situación en que tenga que atender un parto complicado. Rezaré para que no me toque…

Quiero aprovechar para mandar un saludo afectuoso a mis maestros ginecólogos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia que me enseñaron mucho y que como véis, no me olvido de tan preciadas enseñanzas

Un mensaje más para el SUMMA: ¡Por favor no traigan gestantes al Clínico! Al lado tenéis a la Fundación Jimenez Diaz donde hay ginecólogos y pediatras expertos. Cuando vuelvan nuestros ginecólogos y pediatras pueden traer lo que queráis.


Caricias de Dios

marzo 5, 2011

El lunes pasado escuche el programa de monseñor Munilla en radiomaria sobre el catecismo de la Iglesia Católica. Me llamó mucho la atención que tocara el tema del acto médico y la actitud de servicio como una caricia de Dios. Me sorprendió mucho dicha comparación y la verdad es que no he dejado de pensar en ello. Si mi acto médico fuera como una caricia de Dios que enorme gracia tenemos los médicos que no nos damos cuenta del poder que tenemos y mas áun los propios pacientes que no valoran tan especial don.

La realidad que vivo como médico me deprime al ver como mis compañeros son rebajados por el propio sistema sanitario y algunos pacientes que basurean el acto médico, envalentonados por «sus derechos».

Esta reflexión me anima a seguir ofreciéndome como instrumento de consuelo aunque no siempre sean las caricias devueltas con tanta ternura como deberian ser dadas.  

 

 


Por un pasaporte

enero 17, 2011

El último día que estuve en mi reciente viaje a Perú coincidió con el penúltimo día del año 2010. Un año que ha sido trágico para mi y para muchos. Este ha sido sin duda el peor año de mi vida. No es nada fácil enfrentarse con la enfermedad en el seno de tu familia y peor cuando no puedes hacer nada para remediarlo.

El último día de mi viaje a Perú regresé a Madrid solamente con mi hijo de 2 años de edad. La razón fué que 2 días antes nos negaron salir del país porque se nos olvidó el pasaporte del peque en Madrid y con un pasaporte peruano sin visado no podía salir. Triste fue ver a mi mujer que se iba sola y yo quedarme llorando con mi hijo en el aeropuerto. A lo hecho pecho.

En esas 48 horas que estuve en Lima me dediqué a hacer gestiones como conseguir un salvoconducto y una autorización para menores. Para conseguir este último me costó más que aprobar el MIR. Ningún notario en Lima lo queria hacer faltando la madre y otros exigian un poder notarial original de la madre sellado por el ministerio de relaciones exteriores. Gracias a mi madre, que me refirió a una amistad, pude conseguir la bendita autorización con lo necesario para la gestión. Con esta autorización pude pasar a la zona VIP del consulado español en Lima, donde finalmente me dieron el salvoconducto. Bendita seas Ceci y tu familia!!!

El viaje de regreso en el avión fue peor que una guardia del Clínico, porque entre maletas y el insomnio del peque terminé hecho polvo. Lección muy bien aprendida: el pasaporte peruano del peque no me sirvió de nada y antes de empacar no olvidar el pasaporte español.

Por cierto, que no he mencionado que el cambio de vuelo me costó 1000 dolares en LAN…auch!!!

Esperemos que el 2011 sea mucho mejor. Tengo muchas esperanzas que este año será mi año y con ayuda de Dios será mejor.

Ánimo y muchas gracias por seguirme en este blog un año más


Tráfico y Transfusiones en Lima

diciembre 20, 2010

Alguno se preguntará: ¿Qué relación tiene el tráfico con las transfusiones de sangre en Lima? Pues trataré de detallar a continuación esa perversa relación.
Hace 3 años fue la última vez que visité Lima y ahora que estoy de vuelta me doy con la triste realidad que hay cosas que nunca cambian: por ejemplo el tráfico y las transfusiones.
Desconozco el dia que el tráfico de Lima se fue a la mierda. Habrán sido las combis las que jodieron las buenas prácticas y costumbres al volante o ya se arrastraba desde antes la maldición de ese PERVERSO INDIVIDUALISMO.
Para los que no han transitado por Lima, no existe la cortesia ni la calma. Solo reina el caos y le «metida de coche». Lamentablemente en el Perú el que no mete el coche es un gilipollas, por ello nadie cede el paso ni se detienen cuando pasan los transeuntes por los pasos de cebras. Y cuando la luz cambia hay que tocar la bocina para despertar al que está delante.

Ahora paso a contar lo de las transfusiones: tengo la penosa suerte de tener un familiar que requiere transfusiones de sangre y aunque tiene un seguro privado las transfusiones no son cubiertas. Entonces es necesario buscar donantes. Por cada donante hay que pagar las pruebas de tamizaje (para saber si es apto para donar) y la bolsa de transfusion. Todo eso asciende a 340 soles (aprox 100 euros) por concentrado de hematíes, además del derecho de transfusión,la irradiación de las bolsas, etc, etc que asciende a unos 500 soles más (140 euros más). O sea para transfundir 2 concentrados de hematies debo conseguir dos donantes que tienen que venir 2 veces a pincharse (una para el tamizaje y otra para donar si es apto) y el pago de 340 euros aproximadamente. Si el banco de sangre me presta la sangre debo reponer los concentrados que se han usado o en su defecto pagar 900 soles (260 euros aprox) para el alta. ¿Y esto por qué? Porque la gente dona muy poco. Nuevamente vamos a lo mismo: el INDIVIDUALISMO.
¿Por qué la gente es tan egoísta e individualista?. ¿Por qué el peruano sólo piensa en su propio beneficio? Ejemplos de esta tara social se han visto muchos y lo peor es que los peruanos no aprendemos. Somos tolerantes de la mediocridad y lo dejamos pasar argumentando que las cosas son así y que no van a cambiar.
Ahora que me ha tocado ser donante de sangre me he dado cuenta de lo poco que he hecho por donar sangre antes, y de lo poco que hace mi pais por fomentar la generosidad.

Desde que estoy en España he notado esa generosidad y compañerismo siempre. Siempre hay excepciones pero prima la generosidad. Es un buen ejemplo para que los españoles valoren su sociedad y a la seguridad social.
Un abrazo para todos mis amigos españoles y peruanos y muy felices fiestas.


Arraigo Social

diciembre 9, 2010

Desde mayo en que inicié la gestión del arraigo social tenía pocas esperanzas que se acepte mi solicitud. Después de aproximadamente 6 meses ya tengo una respuesta favorable lo cual me tranquiliza enormemente.
Para los que no están enterdos del problema de los MIR extranjeros y la tarjeta de estudiante se los explico en un par de lineas: la tarjeta de estudiante es un arma de doble filo porque si bien nos permite hacer el MIR no nos permite, a los que hemos decidido quedarnos en España, optar por un trabajo cuando se acaba la residencia. Solo es posible cambiar la tarjeta de estudiante con un contrato laboral de por lo menos un año de duración, lo cual, ahora es casi imposible de conseguir en el sector público, por la crisis.

La situacion para los MIR extranjeros es dificil y en tiempos de crisis es peor aún.
Esperemos que el arraigo siga siendo una salida a este problema.


El drama de la inmigración

septiembre 6, 2010

Muchos médicos hemos tenido la oportunidad de atender en la urgencia o en las consultas a pacientes inmigrantes. La mayoria de ellos son jóvenes con ciertas enfermedades, la mayoria de veces, no complicadas. Claro que esta última afirmación no necesariamente es del todo cierto (nuestros colegas reumatólogos pueden dar fé de ello al tratar enfermedades del tejido conectivo severísimas en chicas jóvenes latinoamericanas) 

Si nosotros conversamos con estos pacientes y nos implicamos en sus problemas y dolencias vemos que muchos de ellos viven un drama marcado por la soledad, el abandono y el dolor.

Hace poco hablé con dos señoras sudamericanas que viven en España desde hace 5 años aproximadamente. Una de ellas dejó a su hijo a los 2 años de edad. La otra dejó a una hija de 10 años de edad. Ambas no han regresado a sus paises desde que viven aquí no porque no quieran sino porque no pueden (problemas de papeles, falta de dinero, etc).

Ellas están aquí porque mantienen a sus familias con lo poco que ganan limpiando casas o cuidando ancianos. Ellas darían todo por estar en compañía de sus hijos y familia. Ahora con la crisis la situación se pone difícil para todos, especialmente con ellas.

La madre de la hija que ahora ya es adolescente (15 años) está pensando seriamente en regresar a su pais porque la niña vive con sus abuelos y hace lo que quiere (salir con las amigas, regresar a altas horas de la noche, o no regresar a casa, beber alcohol, etc). Lo más probable es que regrese porque como todos sabemos, la «edad del pavo» es un edada difícil que necesita del apoyo de los padres.

La madre del otro niño (el de 7 años) vive en la soledad más absoluta, trabajando solo para su hijo. Le extraña de una forma más profunda porque las llamadas por telefono o el chat no son suficientes cuando la verdad es que el niño necesita de su madre para vivir.

Tan solo pensar que me tenga que ausentar tanto tiempo sin poder ver a mi hijo me estremece. Imagínense estas madres que no ven a sus hijos durante años.

Así como estas dos historias, existen muchas más. El drama de la inmigración se da a todo nivel. En mi caso propio, no regreso desde hace 3 años a mi país y cada vez se extraña más. No es que en España esté infeliz, pero la falta de la familia se hace notar cada vez más.

Yo me pongo a pensar que lo mismo debieron sentor los primeros españoles que pisaron América. La historia se repite.


La vida nos da sorpresas

junio 9, 2010

No hace mucho, recibí en la Sala A del clinico un señor de 88 años que lo traía el SAMUR por un edema agudo de pulmón. Es impresionante que algunos médicos se atrevan a dar diagnósticos tan avezados sin suficientes pruebas disponibles. Para resumir, me pareció extraño que una geronte sin antecedentes de cardiopatía ni hipertensión ni signos clínicos de insuficiencia cardiaca haya debutado con un edema agudo de pulmón de una forma tan súbita. Lo que tenía este señor era una aspiración que después lo llevó a un shock séptico.

Lo recibí luego en la planta y su estado era grave con una acidosis metabólica severa, insuficiencia renal e hipernatremia. En el pase de visita tuve oportunidad de escuchar una discusión entre mis residentes pequeños sobre que era lo más conveniente hacer: si mantener tratamiento o cuidados paliativos.

La decisión fue darle una oportunidad y mantener el tratamiento, aunque alguno no estuviera de acuerdo. El resultado fue inesperado. La acidosis se resolvió, la fiebre cayó, la hipernatremia se solucionó y el paciente empezó a despertar.

Una premisa que siempre he utilizado en situaciones como esta y que he vivido los últmos años de mi residencia es lo siguiente:  «haga lo que haga, si el paciente se va a morir se morirá.» Pero alguno se preguntará: César, tu filosofía justifica entonces que siempre debo darle una oportunidad con el tratamiento. Pues mi respuesta es SI.

Dado que la medicina es una ciencia de los más inexacta e inesperada, pues ante la duda decido pecar por exceso pero con un LIMITE. El LIMITE es el PRIMUM NON NOCERE.

A buen entendedor pocas palabras.


Mi tiempo como padre residente

marzo 22, 2010

Cuando nos embarcamos en la aventura de tener a nuestro hijo, jamás nos imaginamos lo gratificante que sería tenerlo, verlo crecer, desarrollarse. Tampoco nos podiamos imaginar el inmenso amor que podiamos sentir por El hasta tal punto que ningún sacrificio es suficiente por El.

Me he puesto a pensar hace unos dias que si nosotros, con toda nuestra miseria, egoismos y limitaciones, podemos sentir tanto amor por nuestros hijos hasta tal punto de poder dar la vida por ellos, como será el amor de Dios por sus hijos. Debe ser algo increible, inimaginable, infinito. Un amor hasta tal extremo que lo ha llevado a hacer locuras de amor por nosotros, sus hijos.

Entre tantas guardias (las mías y de mi mujer), los trabajos de residente, los fines de semana cortados por las guardias y todo el ajetreo de tareas domésticas puede pensarse que el tiempo no es suficiente. Como testigo viviente de todo este caos debo decir que si hay tiempo para todo. Porque hay algo que nos mueve más allá del agotamiento fisico y mental: el amor.

Ser residente padre/madre es duro. Pero como único sacrificio, el premio es inmensamente mayor que cualquier otro. Desde esta tribuna, mi homenaje a todos los padres residentes.